miércoles, 11 de julio de 2007

Diálogo breve

El policía se acerca. Mi compañero y yo estamos asustados, y nuestros revólveres no tienen una sola bala. Entonces él piensa: ¿Y si lo matamos?
-¿Estás loco?
-No me digas que quieres ir preso, Arturo. Esto se puede solucionar dándole vuelta a ese tonto policía.
-No cuentes conmigo. Ya mucho hemos tenido con disparar a esas pobres mujeres del metro.
-Como quieras.
-¿Y si corremos? Aún no nos ha visto.
-Es imposible. Estamos en un callejón sin salida.
-Pero trepando el muro quizás podamos llegar al otro lado de la calle.
-Piensas mucho, pero nada consistente, mi buen amigo. ¿Recuerdas a Poirot?
-Claro, claro que lo recuerdo. Es mi personaje literario más querido.
-Bueno, pues, pero parece que no has aprendido de sus razonamientos.
-¿Porqué lo dices?
-Porque piensas como una niña asustada. Deberías tranquilizarte más y decir menos bobadas.
-¿Entonces tú crees que disparando a ese pobre policía que sólo cumple con su trabajo es ser más inteligente?
-Menos inteligente no quiere decir menos práctico. Lo único que podemos hacer para escapar es matando a ese tipo. ¿O quieres pasar veinte años de prisión llorando por qué no le disparaste cuando bien lo pudiste hacer? Vamos, piénsalo. Aún estás a tiempo.
-No puedo hacerlo. Además no tenemos balas.
-No las tenemos en el tambor. Pero yo las tengo aquí, en mi bolsillo. ¿Quieres una?
-¿Por qué diablos me engañaste, entonces, diciéndome que ya se nos había acabado?
-Porque en serio las creí acabadas. Pero luego me di cuenta que aún tenía unas cuantas escondidas. ¿No soy listo?
-Eres un imbécil. Un perfecto imbécil.
-Oye, oye, oye, tranquilo con lo que me dices. Además este pobre imbécil como me llamas te puede salvar.
-Pues no solo a mí, sino tú también. Recuerda que los dos estamos metidos en esto.
-¿Vas a querer las balas o no?
-No lo sé.
-Pues, en el tiempo en que demoras en pensarlo ya vas a estar cumpliendo dos años de prisión.
-No digas estupideces, ¿quieres?
-Bueno, ya te decidiste, ¿vas a disparar o no?
-Ya se acerca. Estamos perdidos.
-Mierda. Si no lo haces tú lo hago yo.
-Espera, no lo hagas…
-No quiero podrirme en la cárcel como tú.
-No seas loco, espera…
-Vete al infierno, tonto policía.

No hay comentarios: